February 19, 2010

Pensaba que era un golpe de madurez, como una bofetada que te lo deja todo caro. Y lo es, pero a veces crees que te tendría que haber dado más fuerte. No por nada, pero ya que aprender duele, pues para aprender bien, y ya puestos, aspirar al sobresaliente.

'Esto ya lo he vivido', piensas, 'quería dejar de vivirlo, por eso vine aquí'. Vine para que un entorno completamente distinto terminara con historias y comportamientos que no valían la pena. Maldices quien te dijo que esto era un 'master de la vida'. O lo he suspendido, o me matriculé donde no tocaba. Aunque, probablemente, a estas alturas del curso, aun no puedo juzgar ni exigir conclusiones.

Cometes los mismos errores, repites escenas que creías del pasado. Comes el mismo chocolate, te camuflas en las mismas canciones, te acechan los mismos miedos y fabricas los mismos pensamientos. ¿Qué ha cambiado? ¿Nada? Nada y todo a la vez. Quizás se trate precisamente de eso.

Mes 1.
De repente, me quedó claro. La nieve no dejaba duda, estaba en otro sitio. Respiraba el frío i arrastraba kilos de vida que había aplastado en una maleta la noche antes. Empiezas de cero, todo. Pasan dos días y en un aeropuerto alemán hay una alarma de bomba. Esto debería escribirlo, es una noticia importante, y al fin y al cabo he venido a escribir, ¿no? Y así nace la primera noticia; sin piso, sin móvil, sin banco. Las tres cosas que hay que tener para que el día a día sea normal. Aun me falta una, pero el día a día sigue adelante, le da absolutamente igual si tiene condiciones normales o no. Angela Merkel, Sr. conseller, Afganistán, PIB, Berlinale, y sigue.

Te olvidas que estás en Alemania. ¿De veras? Me he pasado 12 horas trabajando, he comido un bocadillo delante del PC. A si, claro, estás en Berlín, aquí tu parada de metro se llama 'Stadtmitte'. Por si no te acordabas, donde vivías. Gracias. Está nevando, el suelo resbala y la cámara pesa mucho. 'Oh, tu vienes de hacer tele, sabes grabar'. No, no he tocado una cámara en mi vida. Pero todo es ponerse.

'¿Esta de la foto eres tu?' Si, cuando tenía una vida. Tenía tiempo y ganas de peinarme. Y haces lo que no deberías hacer en ese estado: ir a la peluquería y luego pensar que alguien tendría que haberte avisado que no fueras. Bueno, el pelo crece. Y si aplicas esta teoría, la nieve se derrite, los teléfonos se arreglan, y los días buenos están por venir.